Las mejores ubicaciones para el vestidor en el dormitorio

Forma, lugar y planteamiento. Con puertas o sin ellas, solo módulos abiertos o con cortinas, junto a la cama o detrás de ella. Hay muchas formas de organizar un vestidor en función del lugar que ocupe en el dormitorio. Te damos ideas para que tomes la decisión según sea el espacio y decoración del dormitorio.

Vestidor al pie de la cama

En dormitorios alargados o rectangulares, un buen sitio para ubicar el vestidor es en un extremo de la planta, que puede ser -como en este proyecto del The Room Studio- al pie de la cama. El vestidor queda delimitado por un bloque de armarios que separa los ambientes y que deja espacio para acceder al vestidor como tal a cada lado. Ese módulo puede llegar o no al techo, para dar más ligereza, mientras que el módulo que se adosa a la pared lleva armarios hasta el techo. Este tipo de distribuciones en paralelo de los vestidores se presta a colocar puertas (si el ancho admite su apertura, estas pueden ser abatibles) o prescindir de ellas, ya que el interior queda preservado de la vista directa desde el dormitorio.

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Detrás de la cama

Ya sea porque el dormitorio tiene una planta alargada -incluso estrecha- o porque cuenta con un retranqueo en un extremo, ubicar el vestidor detrás de la cama es una buena opción en estos casos. La opción es separar la cama y dejar que esta ocupe un lugar central en el espacio. Puede apoyar en un murete que haga las veces de cabecero, en un cabecero convencional o en un cerramiento acristalado de interior. Aquí, La Redoute Interieurs propone un murete de madera, bajo, que sirve de apoyo para la cama. El vestidor queda detrás, totalmente abierto, organizado con módulos sin puertas.

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Vestidor detrás de un cerramiento de cristal

Sube Interiorismo escoge como lugar para ubicar el vestidor en un dormitorio pequeño la zona de detrás de la cama. En este caso, la forma de organizar un vestidor estrecho es delimitarlo con un cerramiento acristalado de interior que se convierte en cabecero. Se trata de una estructura ciega en la parte inferior y acristalada con barrotillo en la superior. En el interior, se crea un pasillo con armarios en uno de los laterales. El orden se asegura con puertas opacas que ocultan el contenido de los armarios y puertas correderas porque apenas quedan 50 cm entre el frente de armarios y el cerramiento.

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Con una cortina entre cama y vestidor

Otra opción de vestidor ubicado detrás de la cama, organizado en línea. Esta solución es posible por un precio low cost, ya que se trata de una distribución en línea, con módulos abiertos sin puertas. Entre la zona de vestidor y la de descanso una cortina, que delimita los ambientes. La cama apoya directamente en esa cortina.

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El vestidor a un lado de la cama

Este lugar para organizar el vestidor, a un lado de la cama, viene determinado por una planta de dormitorio cuadrada o rectangular pero ancha. Has de contar con espacio suficiente a un lado de la cama, al menos 80 cm para el vestidor más la zona de circulación o acceso que mínimo debe tener 50 cm. Cinquanta Scatola Walk In Wardrobe de Go Modern es un armario tipo closet, un cuadrado con distribución interior de los módulos en L y delimitado por frentes de cristal.

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Una minihabitación contigua

Si cuestas con una habitación contigua vacía y algo pequeña -o no- puedes convertirla en vestidor con un acceso directo a la zona de descanso. Aquí, Slow and Chic, ha creado un vestidor con puerta desde el lateral de la cama. Se trata de una pequeña estancia organizada con módulos de almacenaje abiertos. Una puerta corredera cierra el espacio, preservándolo del polvo y miradas, por lo que no contar con puertas interiores no supone un problema.

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Abierto, junto a la cama y delimitado por un armario

Dröm Living propone otra distribución y organización del vestidor en función del espacio. Se trata de un vestidor con armarios en forma de U donde uno de los módulos se convierte en el elemento divisorio de los ambientes. El vestidor se ubica junto a la cama. Este tipo de distribuciones son útiles también para crear una zona de paso hacia el baño. De esta manera el vestidor queda en medio del dormitorio y el cuarto de baño, creando un sentido apropiado por los usos de cada ambiente. Además, en este proyecto, un pilar de acero en negro genera un contraste con el blanco usado en los frentes de los armarios.

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El vestidor en una zona de paso

Otra opción para que el vestidor ocupe una zona de paso entre el baño y el dormitorio es aprovechar el pasillo que se genera para instalar módulos de armarios -abiertos o cerrados- a ambos lados del pasillo. Si el espacio es amplio, la elección de las puertas no es tan importante. Si es estrecho, mejor correderas o en forma de acordeón. Con frentes la sensación de orden siempre es mayor. Y en espacios pequeños, puede ayudar a ganar amplitud. Es un proyecto del estudio Dröm Living.

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Como si de una habitación se tratara…

Con la misma idea de ubicación del vestidor que acabamos de ver, en una estancia contigua al dormitorio, pero sin necesidad de que exista el espacio como tal, delimitado por tabiques. En este caso, Ikea propone crear un vestidor cúbico con diferentes módulos de almacenaje abiertos, con cajones, estantes y espacio para colgar la ropa. Todo queda delimitado en un cubo por cortinas de tela que cuelgan desde el techo. De esta manera, se crea un espacio junto a la zona de descanso. Es una solución para espacios diáfanos, tipo loft; incluso, apartamentos sin demasiadas compartimentaciones.

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El vestidor en una caja de cristal

En espacios con mucha amplitud y metros, pon en práctica la idea que acabamos de ver en una versión más depurada con paredes de cristal. Así el vestidor se distribuye en el interior de un cubo de vidrio. Este ejemplo de Carré Furniture cuenta con paneles con perfilería en madera que se abren en forma de zigzag y se deslizan sobre carriles de manera que se abre el vestidor por completo. Una idea para dormitorios extra grandes con esta distribución interior con módulos en forma de U, que también es aplicable a espacios con menos metros. El resultado es de integración total, sin renunciar a la amplitud y elegancia.

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