¿Estás pensando en viajar a Tenerife? Estos son los consejos y secretos de una guía local

Ruta en coche por el abrupto y auténtico norte de Tenerife

Una vez en la isla, ¿cómo me muevo?

En este sentido es importante decir que Tenerife no destaca precisamente por su transporte público, por lo que es conveniente que tengas más o menos claro por dónde vas a moverte y qué quieres hacer para organizar tu transporte con antelación. Un taxi de la zona sur a la zona norte te cuesta alrededor de unos cien euros el trayecto, por lo que siempre te saldrá más rentable contratar un servicio de transfer o visitar los rincones más emblemáticos contratando una o varias excursiones.

En el caso de que solo pueda visitar un lugar de la isla, ¿cuál me recomendarías?

Está claro que mi primer consejo sería que estuvieras una semana o cinco días como mínimo para disfrutarla al máximo. Pero, por supuesto, el rey de Tenerife es su gran volcán: el Teide, de 3.718 metros de altura que, además, es el pico más alto de España y sigue activo. Antiguamente, los guanches creían que el volcán era la morada del demonio Guayota, al que hacían ofrendas para calmarlo y evitar que sacara el fuego de su interior. Al Teide lo rodea un impresionante parque nacional que es el tercero más antiguo de nuestro país, y el noveno más visitado del mundo. Y no es para menos: tiene numerosas coladas de diferentes erupciones que forman su paisaje tan característico, y también alberga muchas especies de fauna y flora que solo encontrarás allí. El tajinaste rojo, la violeta del Teide, o el pinzón azul son solo algunos ejemplos.

¿Y si nos quedamos más tiempo?

La isla tiene literalmente de todo. Y para todo tipo de públicos: aventureros, senderistas, culturetas, surferos, familias… Lo ideal es hacer un recorrido y descubrir sus rincones más emblemáticos. Para tener una visión general, yo haría una excursión que combina los pueblos del norte con el parque nacional del Teide: Icod, Garachico y Masca. Si das una vuelta a la isla puedes visitar la villa de Candelaria, en la que está la basílica de la patrona de Canarias; La Laguna, que es ciudad declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco; la villa de la Orotava, que fue la primera capital de Tenerife tras la conquista por parte de los españoles, y Garachico, incluido en 2021 en la lista de los pueblos más bonitos de España.

¿Y si viajo en familia?

Si tu plan es viajar con niños, además de los parques temáticos Loro Parque y Siam Park, se encuentran los de aventura, como las tirolinas del Forestal Park o los parques de paseos en camello. También se pueden hacer excursiones en barco para ver los delfines y ballenas piloto; observaciones astronómicas, ya que el cielo del Teide es uno de los mejores para la observación de estrellas; parapente, kayaks, motos de agua, quads, espectáculos musicales o espectáculos medievales.

Hay playas negras volcánicas o rubias de gran amplitud, callaos y fondos submarinos para buceadores

Necesito un descanso… Ahora toca una playa

Eso es un asunto muy peliagudo aquí en las islas (se ríe). Hay cientos de opciones. Las hay negras volcánicas o rubias de gran amplitud, o las de callaos, es decir,piedras no erosionadas, o bien existen otras con fondos submarinos para buceadores. Depende mucho de cada persona. En Tenerife, por ejemplo, los hay que adoran la playa de el Médano, todo un referente internacional del windsurf, mientras que hay otros que la evitan porque es muy ventosa. Hay quienes adoran las playas del sur y de arena dorada, mientras que otros prefieren la arena negra y los callaos locales típicos.

¿Y cuáles prefieres tú?

Si te quedas en Puerto de la Cruz, no puedes perderte playa Jardín. Si te quedas en Santa Cruz, tienes las Teresitas o las playas de Anaga. De hecho, no he conocido un tinerfeño que no se haya enamorado de las playas de Taganana, Benijo y Almáciga. Y si estás en el sur, recomendaría la Tejita, playa del Duque, las Vistas, playa Fañabé, playa de Diego Hernández y la Enramada. En esta última, además, podrás disfrutar de un atardecer espectacular con vistas a La Gomera.

¿Nos cuentas algún secreto que solo sepan los chicharreros?

Para mí los mejores secretos de Tenerife son sus mitos y leyendas. Una de mis favoritas se sitúa en el Bailadero, una de las zonas más boscosas del macizo de Anaga. Cuenta la leyenda que su nombre se debe a los aquelarres de brujas que allí se congregaban para realizar sus cánticos y rituales las noches de luna llena. Hay varios senderos que conectan esta zona con otras de Anaga, así que puedes hacer una caminata y dejarte llevar por el misterio.

¿Alguna sugerencia para ir a comer?

Lo más representativo de la gastronomía de Tenerife son los guachinches. Así se llamaban las antiguas bodegas en las que se vendía el excedente de vino junto a una tapa o ración de comida, convirtiéndose hoy en día en un concepto de restaurante muy típico de aquí. Se sirve comida canaria y vino de la casa.

En los guachinches se sirve comida canaria y vino de la casa

¿Qué plato me recomiendas que pida?

A título personal pediría el queso asado con mojos, verde y rojo; ropa vieja, un guiso de garbanzos, con carne, verduras y papas; escaldón de gofio; pescado encebollado; almogrote, en cualquier formato: con pan, batatas o champiñones y puchero. Si tienes la oportunidad, no puedes marcharte sin catar alguna de las variedades de papa más exquisitas de Canarias, como la "papa bonita” o la “papa negra”. También puedes preguntar por la especialidad de la casa, porque en todos los guachinches suelen tener una, y el propio personal te recomendará qué pedir según tus gustos.

Una experiencia muy isleña...

Al final eso es lo que te llevas de las islas: la gente. En Canarias somos muy hospitalarios con nuestros visitantes, tenemos un carácter abierto y amigable y eso se refleja en todo: en nuestra forma de ser, hablar, y dar a conocer nuestras costumbres y gastronomía. Estamos muy orgullosos de nuestras islas y nos morimos de ganas por enseñárselas a todo el que quiera visitarlas.

Por último, para aquellos que busquen inspiración ¿recomendarías algún libro?

Pues sí hay un libro publicado recientemente por la joven autora Andrea Abreu, también natural de Tenerife, que se llama Panza de Burro, que me ha llamado mucho la atención. Es esencial para conocer el espíritu chicharrero del que hablábamos al principio de la entrevista. El título es un guiño, ya que la panza de burro son esas nubes bajas y grises que suelen vivir en el cielo de los pueblos del norte. Es una obra muy inspiradora que te sumerge en una atmósfera en la que la “canariedad” se respira en las conversaciones, los personajes y la narración, y donde el ambiente es mágico y sumamente costumbrista.